La adoración es una parte fundamental de la vida cristiana. A través de la adoración expresamos nuestro amor, gratitud y devoción a Dios. En la Biblia encontramos numerosos versículos que nos hablan acerca de la importancia de adorar a Dios y de cómo debemos hacerlo. Estos versículos de adoración nos hablan de la actitud que debemos tener al acercarnos a Dios y la manera en que debemos expresar nuestra alabanza y acción de gracias hacia Él.
Isaías 25:1
Tú, Señor, eres mi Dios, yo te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas, tus consejos siempre han sido verdaderos y firmes. (Isa 25:1)
Interpretación: Isaías declara que Dios es digno de toda exaltación y adoración por sus actos poderosos y sus propósitos eternos que se cumplen con certeza. El profeta ve la mano de Dios obrando en la historia de una manera asombrosa, lo cual lo lleva a una profunda adoración.
Salmos 145:3
Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza, su grandeza es inescrutable. (Efe 145:3)
Interpretación: Este salmo exalta la grandeza y majestad de Dios, afirmando que es digno de la más elevada alabanza que podamos brindarle. Dios trasciende nuestro entendimiento, pero aun así debemos esforzarnos por adorarle de la mejor manera posible, sabiendo que jamás podremos alabarle lo suficiente en comparación con su infinita gloria.
Salmos 95:6
¡Vengan, y rindámosle adoración! ¡Arrodillémonos delante del Señor, nuestro Creador! (Sal 95:6)
Interpretación: Este llamado a la adoración nos recuerda tomar una postura reverente y sumisa ante la presencia de Dios. «Postrarnos» y «arrodillarnos» expresan la humildad necesaria para adorar apropiadamente al Creador celestial.
Salmos 22:27
Todos los rincones de la tierra invocarán al Señor, y a él se volverán, ¡ante él se inclinarán todas las naciones! (Sal 22:27)
Interpretación: Profetiza que llegará el día cuando personas de todas las naciones y pueblos del mundo reconocerán y adorarán al verdadero Dios. La adoración no se limitará solo al pueblo de Israel, sino que se extenderá globalmente. Esto habla del deseo de Dios de ser glorificado por toda la humanidad.
Éxodo 23:25
Pero me servirán a mí, el Señor su Dios, y yo bendeciré tu pan y tus aguas, y quitaré de en medio de ti toda enfermedad. (Éx 23:25)
Interpretación: Conecta el acto de adorar y servir a Dios con su bendición sobre nosotros. Al poner a Dios primero en nuestras vidas y adorarle, Él nos proveerá y cuidará en respuesta. La adoración debe llevarnos a una vida de obediencia y servicio.
Salmos 150:6
Que todo lo que respira alabe al Señor, ¡Aleluya! (Sal 150:6)
Interpretación: Expresa la universalidad de la adoración, llamando a todo ser viviente a alabar al Señor con júbilo. No hay límite en cuanto a quién puede y debe adorar a Dios con alegría y gratitud por el don de la vida.
Salmos 105:1
Alaben al Señor, invoquen su nombre, que los pueblos reconozcan sus obras (Sal 105:1)
Interpretación: Nos insta a alabar y proclamar el nombre de Dios declarando sus maravillas ante el mundo. La adoración debe motivarnos a compartir con otros quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros, para que más personas puedan conocerle.
Isaías 38:20
¡El Señor me salvará! ¡Por eso todos los días de nuestra vida elevaremos nuestros cánticos en la casa del Señor!
Interpretación: Expresa gratitud por la salvación de Dios, lo cual motiva una vida de adoración continua. Debemos alabar al Señor «todos los días» por su gran obra de redención, celebrando y tocando «música en la casa de Jehová», o sea, en su presencia.
Hechos 16:25
A la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, mientras los presos los escuchaban. (He 16:25)
Interpretación: Aun en circunstancias difíciles, Pablo y Silas alababan a Dios con himnos de adoración. Esto demuestra que nuestra gratitud y alabanza no deben depender de las circunstancias externas.
Juan 4:24
Dios es Espíritu y es necesario que los que lo adoran, lo adoren en espíritu y en verdad. (Jn 4:24)
Interpretación: Adoramos a Dios no de forma externa solamente, sino con todo nuestro ser interno, de forma auténtica. La adoración verdadera es espiritual y sincera.
Salmos 103:1
Bendice, alma mía, al Señor. ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre! (Sal 103:1)
Interpretación: Debemos adorar al Señor con todo nuestro ser, no solo externamente sino desde lo profundo de nuestro espíritu. La adoración involucra nuestra mente, voluntad y emociones.
1 Crónicas 16:34
Aclamen al Señor, porque él es bueno, porque su misericordia es eterna. (1 Cró 16:34)
Interpretación: Alabamos a Dios por su bondad y misericordia eterna. La adoración es una respuesta de gratitud por quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros.
Habacuc 3:17-18
Aunque todavía no florece la higuera, ni hay uvas en los viñedos, ni hay tampoco aceitunas en los olivos, ni los campos han rendido sus cosechas, aunque no hay ovejas en los rediles ni vacas en los corrales, yo me alegro por ti, Señor, me regocijo en ti, Dios de mi salvación. (Hab 3:17-18)
Interpretación: Podemos y debemos alabar al Señor aún en tiempos difíciles, confiando en Él como nuestro Salvador. Nuestra adoración no depende de circunstancias prósperas.
Salmos 63:1
Dios mío, ¡tú eres mi Dios! Yo te buscaré de madrugada. Mi alma desfallece de sed por ti, mi ser entero te busca con ansias, en terrenos secos e inhóspitos, sin agua (Sal 63:1)
Interpretación: Este salmo expresa el profundo anhelo del salmista por la presencia de Dios, comparándolo con la sed física. Debemos desear ardientemente la comunión con Dios en adoración.
1 Crónicas 29:11
Tuya es, Señor, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor, pues tuyas son todas las cosas que están en los cielos y en la tierra. Tuyo es, Señor, el reino. ¡Tú eres excelso sobre todas las cosas! (1 Cró 29:11)
Interpretación: Alabamos a Dios reconociendo que todos los atributos de grandeza le pertenecen solo a Él, quien es supremo sobre todo.
Salmos 71:8
Mis labios rebosan con tu alabanza, y proclaman tu gloria todo el día. (Sal 71:8)
Interpretación: Una vida de adoración implica estar llenos de las alabanzas a Dios, proclamando su gloria a lo largo de cada día.
2 Corintios 1:3-4
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están sufriendo, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. (2 Cor 1:3-4)
Interpretación: Alabamos y bendecimos a Dios porque Él nos consuela en medio del sufrimiento, capacitándonos para consolar a otros. Incluso en tiempos de prueba, la adoración es apropiada.
2 Samuel 7:22
¡Cuán grande eres, Señor y Dios! ¡No hay nadie como tú! Tal y como lo hemos sabido, ¡no hay más Dios que tú! (2 Sam 7:22)
Interpretación: Sólo Dios es completamente digno de toda nuestra adoración, alabanza y servicio, por su grandeza y unicidad absoluta. No hay otro ser que merezca la adoración que solo Dios merece.
Salmos 68:4-5
¡Cantemos salmos a Dios! ¡Cantemos salmos a su nombre! ¡Exaltemos al que cabalga sobre los cielos! Su nombre es el Señor. ¡Alegrémonos en su presencia! Dios, en su santo templo, es padre de los huérfanos y defensor de las viudas. (Sal 68:4-5)
Interpretación: La adoración a Dios debe expresarse con cánticos, himnos y música que exalten su nombre. Alabarle debe ser una actividad llena de gozo y júbilo.
Romanos 11:36
Ciertamente, todas las cosas son de él, y por él, y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén. (Rom 11:36)
Interpretación: Toda la creación existe para la gloria de Dios. La adoración reconoce que Dios es la fuente, sustentador y propósito final del universo, y le da toda la gloria.
Salmos 42:11
¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador! (Sal 42:11)
Interpretación: Aún en momentos de abatimiento debemos animar a nuestra alma a esperar en Dios con esperanza, sabiendo que le alabaremos nuevamente. La adoración requiere perseverancia.
Jeremías 29:12
Entonces ustedes me pedirán en oración que los ayude, y yo atenderé sus peticiones (Jer 29:12)
Interpretación: Dios invita a su pueblo a acercarse a Él en oración con la promesa de que será escuchado. La adoración involucra buscar la presencia de Dios en oración.
Romanos 14:11
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios (Rom 14:11)
Interpretación: Un día toda persona adorará a Dios al reconocer su señorío supremo sobre todos. La adoración es la respuesta apropiada al reinado de Dios.
Salmos 63:3-4
Tu misericordia es mejor que la vida, por eso mis labios te alaban. ¡Yo te bendeciré mientras tenga vida, y en tu nombre levantaré mis manos! (Sal 63:3-4)
Interpretación: El salmista expresa que la bondad de Dios es más preciosa que la vida misma, por lo cual le bendecirá y adorará toda su vida. La adoración fluye de valorar quién es Dios.
1 Samuel 2:2
Nadie es santo como tú, Señor. Fuera de ti, no hay nadie más. No hay mejor refugio que tú, Dios nuestro. (1 Sam 2:2)
Interpretación: Sólo Dios es completamente santo, supremo y digno de toda confianza y alabanza. No hay nadie más que pueda recibir la adoración que solo Dios merece.
Salmos 143:6
elevo mis manos hacia ti, pues tengo sed de ti. ¡Soy como tierra seca! (Sal 143:6)
Interpretación: Al extender nuestras manos a Dios en oración, expresamos dependencia en Él para satisfacer nuestra sed espiritual, clamando por su presencia.
Salmos 16:2
Yo declaro, Señor, que tú eres mi dueño, que sin ti no tengo ningún bien. (Sal 16:2)
Interpretación: La adoración reconoce que sólo Dios puede satisfacer, siendo nuestro bien supremo sobre todas las cosas. Debemos centrar nuestra adoración solo en Él.
Salmos 66:17
Con mis labios le pedí ayuda, con mi lengua exalté su nombre. (Sal 66:17)
Interpretación: La adoración auténtica requiere haber confesado cualquier pecado en nuestra vida que obstaculice nuestra comunión con Dios.
Daniel 4:37
Por eso yo, Nabucodonosor, alabo y engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos, y él puede humillar a los que se muestran soberbios (Dan 4:37)
Interpretación: Aun un rey pagano reconoció finalmente la necesidad de adorar al Dios verdadero, alabando y glorificándole por su grandeza y soberanía suprema.
Salmos 28:7
Tú, Señor, eres mi escudo y mi fuerza, en ti confía mi corazón, pues recibo tu ayuda. Por eso mi corazón se alegra y te alaba con sus cánticos (Sal 28:7)
Interpretación: Alabamos a Dios reconociéndole como nuestra fortaleza y protección, confiando solo en Él en todo momento. La adoración expresa dependencia total en Dios.
Efesios 3:20-21
Y a Aquel que es poderoso para hacer que todas las cosas excedan a lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea dada la gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén. (Efe 3:20-21)
Interpretación: Adoramos a Dios por sus infinitos recursos y poder para obrar, dándole toda la gloria por sus grandes hechos. Nuestra alabanza no está limitada por nuestras palabras.
Apocalipsis 5:13
Entonces oí que todo lo creado en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decían: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sean dadas la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. (Apoc 5:13)
Interpretación: La adoración finalmente se centrará en Dios Padre y en Cristo por toda la eternidad, expresando sumo honor y gloria a ambos.
Salmos 34:1
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mi boca. (Sal 34:1)
Interpretación: Debemos bendecir y exaltar el nombre de Dios constantemente, haciendo de la adoración parte integral de nuestra vida diaria.
Salmos 116:1-2
Yo amo al Señor porque él me escucha, porque oye mi voz cargada de súplicas. El Señor se digna escucharme, por eso lo invocaré mientras viva. (Sal 116:1-2)
Interpretación: El amor por Dios nos mueve a adorarle y clamar a Él, sabiendo que está atento a nuestro clamor. La adoración es una expresión de amor.
Salmos 19:1-2
Los cielos proclaman la gloria de Dios, el firmamento revela la obra de sus manos. Un día se lo cuenta al otro día, una noche se lo enseña a la otra noche. (Sal 19:1-2)
Interpretación: Toda la naturaleza da testimonio continuo de la gloria de Dios, lo cual debe inspirarnos adoración y alabanza hacia él.
Salmos 13:5-6
Yo confío en tu misericordia, mi corazón se alegra en tu salvación. Te cantaré salmos, Señor, porque tú siempre buscas mi bien. (Sal 13:5-6)
Interpretación: Aún en aflicción, el salmista confía en el amor fiel de Dios, motivándole a alabarle con gratitud. La adoración persevera a través del sufrimiento.
1 Corintios 6:19-20
¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos? Porque ustedes han sido comprados, el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios. (1 Cor 6:19-20)
Interpretación: Somos llamados a adorar a Dios, quien nos creó y redimió, con cada parte de nuestro ser. La adoración involucra nuestra vida entera.
Salmos 108:3
Yo, Señor, te alabaré entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones (Sal 108:3)
Interpretación: El tiempo a solas con Dios debe ser una prioridad para expresar alabanza y gratitud a Él por su gran amor y fidelidad cada mañana.
Colosenses 3:16
La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con gratitud de corazón. (Col 3:16)
Interpretación: La Palabra de Dios debe llenarnos para adorarle con cánticos de gratitud desde lo profundo del corazón, edificándonos mutuamente.
Salmos 24:10
¿Y quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor de los ejércitos! ¡El Señor es el Rey de la gloria! (Sal 24:10)
Interpretación: Alabamos a Dios reconociéndole como el Rey eterno, lleno de poder y majestad, que merece toda la gloria.
Isaías 12:4
Alaben al Señor, Aclamen su nombre, ¡Alaben sus acciones entre los pueblos! ¡Recuerden que su nombre es incomparable (Isa 12:4)
Interpretación: Debemos llamar constantemente a las personas a unirse en adoración a Dios a través de himnos y cánticos.
Filipenses 4:20
A nuestro Dios y Padre sea la gloria, por los siglos de los siglos. Amén. (Filip 4:20)
Interpretación: Pablo alaba a Dios por proveer todo lo que los filipenses necesitaban a través de los donativos que le enviaron. Nuestra adoración debe manifestarse en gratitud y alabanza a Dios por proveernos.
Hechos 2:46-47
Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, mientras alababan a Dios y brindaban ayuda a todo el pueblo. Y cada día el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser salvos. (He 2:46-47)
Interpretación: Los primeros cristianos se reunían constantemente para alabar a Dios, tener comunión, partir el pan y orar. La adoración debe ser una parte regular de la vida de la iglesia.
Mateo 5:15-16
Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos. (Mat 5:15-16)
Interpretación: Debemos dejar que nuestra luz brille ante los hombres para glorificar a Dios. La adoración involucra vivir de tal manera que Dios sea glorificado.
Filipenses 2:9-10
Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. (Filip 2:9-10)
Interpretación: Dios exaltó a Cristo sobre todo nombre para que toda rodilla se doble ante él. La adoración involucra postrarnos ante Cristo en sumisión.
Mateo 21:9
Tanto los que iban delante como los que iban detrás lo aclamaban y decían: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! (Mat 21:9)
Interpretación: La multitud aclamaba y alababa a Jesús como el Hijo de David. Debemos adorar a Cristo como nuestro Rey y Mesías.
2 Timoteo 4:18
Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (2 Tim 4:18)
Interpretación: Pablo sabía que el Señor lo rescataría de toda obra mala. La adoración confía en la protección y liberación de Dios.
Lucas 2:14
Gloria a Dios en las alturas Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor. (Luc 2:14)
Interpretación: Los ángeles alabaron a Dios y proclamaron paz en la tierra por medio de Cristo. La adoración reconoce la obra redentora de Cristo.
Salmos 79:9
Por la gloria de tu nombre, ¡ayúdanos, Dios de nuestra salvación! Por causa de tu nombre, ¡líbranos y perdona nuestros pecados! (Sal 79:9)
Interpretación: El salmista oró para que Dios fuera glorificado a pesar de la aflicción de su pueblo. La adoración desea que Dios sea engrandecido.
Hechos 13:2
Como ellos servían al Señor y ayunaban siempre, el Espíritu Santo dijo: Apártenme a Bernabé y a Saulo, porque los he llamado para un importante trabajo. (He 13:2)
Interpretación: Mientras la iglesia de Antioquía adoraba y ayunaba, el Espíritu Santo los llamó a apartar a Pablo y Bernabé para la obra misionera. La adoración debe preparar nuestros corazones para seguir la guía de Dios.
Lucas 2:20
Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había dicho. (Luc 2:20)
Interpretación: Después de encontrar al niño Jesús en el templo, los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios. El encuentro con Cristo en adoración nos lleva a glorificarle.
Mateo 2:1-2
Jesús nació en Belén de Judea en los tiempos del rey Herodes. En aquel tiempo, unos sabios que venían desde el oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el oriente, y venimos a adorarlo. (1 Tim 2:1-2)
Interpretación: Los magos vinieron desde el oriente para adorar al Rey recién nacido. La adoración reconoce y se somete a la realeza de Cristo.
Salmos 57:5
Tú, mi Dios, estás por encima de los cielos, ¡tu gloria domina toda la tierra! (1 Tim 57:5)
Interpretación: David deseaba que Dios fuera exaltado sobre los cielos y su gloria sobre toda la tierra. La adoración anhela la supremacía de Dios.
Génesis 22:5
Entonces Abrahán dijo a sus siervos: Esperen aquí, con el asno, y el niño y yo iremos hasta ese lugar; allí adoraremos, y luego volveremos aquí mismo. (Gén 22:5)
Interpretación: David deseaba que Dios fuera exaltado sobre los cielos y su gloria sobre toda la tierra. La adoración anhela la supremacía de Dios.
Éxodo 4:31
Y el pueblo creyó. Y al escuchar que el Señor había visitado a los hijos de Israel y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron. (Éx 4:31)
Interpretación: Cuando el pueblo de Israel oyó las promesas de Dios, le adoraron en respuesta. La adoración es nuestra respuesta a las verdades de Dios.
Éxodo 33:10
Y cuando todo el pueblo veía la columna de nube a la entrada del tabernáculo, se levantaba cada uno e iba a la entrada de su tienda para adorar. (Éx 33:10)
Interpretación: Cuando la presencia de Dios llenaba el tabernáculo, todo el pueblo se levantaba y adoraba. Debemos adorar al entrar en la presencia de Dios.
Deuteronomio 26:10
Por eso ahora vengo aquí, con los primeros frutos de la tierra que tú, Señor, me diste. Todo eso lo pondrás delante del Señor tu Dios, y delante de él te postrarás. (Deut 26:10)
Interpretación: Los israelitas adoraban a Dios presentando sus primicias con gratitud. La adoración involucra dar a Dios nuestras mejores ofrendas.
Jueces 7:15
Al oír Gedeón el sueño y su interpretación, adoró al Señor; luego regresó a su campamento, y dijo: ¡Arriba todo el mundo! ¡El Señor ha puesto a los madianitas en nuestras manos! (Jue 7:15)
Interpretación: Cuando Gedeón oyó el sueño y su interpretación, adoró a Dios. Debemos responder en adoración cuando Dios habla.
Nehemías 8:6
Entonces Esdras bendijo la grandeza del Señor, y el pueblo, con las manos hacia el cielo, respondió a una sola voz: «¡Amén! ¡Amén!» Luego, todos se inclinaron hasta el suelo y adoraron al Señor. (Neh 8:6)
Interpretación: El pueblo se postró y adoró al Señor con el rostro en tierra al oír su Palabra. La adoración responde con reverencia a las Escrituras.
Salmos 5:7
Yo, por el contrario, y por tu gran misericordia, puedo entrar en tu templo y alabarte reverente. (Sal 5:7)
Interpretación: David buscó la presencia de Dios en adoración con reverencia. La adoración requiere reverencia en la presencia de Dios.
Zacarías 14:17
Y sucederá que a las familias de la tierra que no hayan acudido a Jerusalén para adorar al Rey, el Señor de los ejércitos, no les caerá nada de lluvia. (Zac 14:17)
Interpretación: Todas las naciones irán a adorar al Rey, el Señor de los ejércitos. La adoración exalta a Cristo como Rey y Señor.
Mateo 2:11
Cuando entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y, postrándose ante él, lo adoraron. Luego, abrieron sus tesoros y le ofrecieron oro, incienso y mirra. (Mat 2:11)
Interpretación: Los magos adoraron a Jesús y le presentaron dones preciosos. La adoración da nuestras mejores ofrendas a Cristo.
Apocalipsis 5:8
Tan pronto como lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se arrodillaron ante el Cordero. Todos llevaban arpas, y también copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos (Apoc 5:8)
Interpretación: Los santos adoran con arpas y copas de incienso que representan las oraciones de los santos. La adoración involucra ofrendas espirituales.
Apocalipsis 7:11
Todos los ángeles estaban de pie, alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y delante del trono inclinaron el rostro y adoraron a Dios. (Apoc 7:11)
Interpretación: Todos los ángeles adoran a Dios alrededor de su trono. La adoración une a toda la creación en la alabanza a Dios.
Apocalipsis 11:16
Entonces los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, inclinaron su rostro y adoraron a Dios. (Apoc 11:16)
Interpretación: Los veinticuatro ancianos se postran y adoran a Dios por juzgar a los muertos y recompensar a los santos. La adoración alaba a Dios por su justicia.
Apocalipsis 14:6-7
Luego vi otro ángel, el cual volaba en medio del cielo. Tenía el evangelio eterno, para predicarlo a los habitantes de la tierra, es decir, a toda nación, raza, lengua y pueblo. Ese ángel decía con fuerte voz: Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua. (Apoc 14:6-7)
Interpretación: Se llama a toda nación, tribu, lengua y pueblo a adorar al Creador. La adoración es el propósito universal de la humanidad.
A lo largo de las Escrituras, se nos llama constantemente a adorar solo a Dios en espíritu y en verdad. La adoración involucra postrarnos en reverencia ante nuestro Creador y Redentor, confesando su grandeza, majestad y santidad. Mediante la adoración reconocemos que solo Dios es digno de toda alabanza, gloria y honor. La adoración debe permear toda nuestra vida, no solo los momentos de canto congregacional. Como adoradores, debemos acercarnos con corazones reverentes, ofreciendo nuestras mejores alabanzas y sirviendo en espíritu.