Perder a un ser querido es difícil, para recordar todo lo maravilloso de esa persona se puede personalizar su lapida junto con la palabra de Dios, encontramos versículos de la biblia para lapidas que combinadas con palabras propias para recordar a ese ser querido puede ser una gran forma de mantener su presencia a la vez que se encuentra consuelo y esperanza sobre la muerte, como es un paso y no el final.
Génesis 31:49
Mispa dijo: Que el Señor nos vigile a ti y a mí, ahora que nos separemos el uno del otro.
Salmos 23:1-2
1 El Señor es mi pastor, nada me falta.
2 En campos de verdes pastos me hace descansar, me lleva a arroyos de aguas tranquilas.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Juan 11:25
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Juan 14:1
No se turbe su corazón. Ustedes creen en Dios, crean también en mí.
Mateo 25:21
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.
1 Juan 4:16
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Mateo 25:46
E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Juan 3:15
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Mateo 5:8
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios
Mateo 10:22
Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará, pero el que resista hasta el fin será salvado.
Mateo 3:17
Desde los cielos se oyó entonces una voz, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco.
Salmos 102:12
Pero tú, Señor, permaneces para siempre, y todas las generaciones te recordarán.
Filipenses 1:3
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes.
1 Samuel 2:1
En su oración, Ana dijo: En ti, Señor, mi corazón se regocija, en tu nombre, mi fuerza es mayor. Ahora puedo burlarme de mis enemigos porque me regocijo en tu salvación.
Mateo 11:28
Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar.
Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Marco 10:30
que ahora en este tiempo no reciba, aunque con persecuciones, cien veces más casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, y en el tiempo venidero la vida eterna.
Romanos 8:28
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito.
Apocalipsis 2:10
No tengas miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo pondrá a prueba a algunos de ustedes y los echará en la cárcel, y allí tendrán que sufrir durante diez días. Tú sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Lucas 22:42
Y decía: Padre, si quieres, haz que pase de mí esta copa, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Juan 15:13
Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos.
1 Juan 2:25
Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
Mateo 19:14
Entonces Jesús dijo: Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de los cielos es de los que son como ellos.
2 Timoteo 4:7
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Salmos 23:4
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo, con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
1 Juan 2:17
El mundo y sus deseos pasan, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Josué 23:14
Yo estoy listo ya para entrar por el camino de la muerte. Ustedes deben reconocer de todo corazón y con toda el alma, que ninguna de las promesas que el Señor nuestro Dios les hizo ha quedado sin cumplirse. Todas ellas se han cumplido.
Mateo 5:7
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos serán tratados con misericordia.
Proverbios 14:32
Al malvado lo pierde su propia maldad, el justo, aun en la muerte mantiene la esperanza.
Mateo 12:50
Porque todos los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos son mis hermanos, mis hermanas, y mi madre.
Lucas 23:43
Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 11:33
Nadie esconde la luz que se enciende, ni la pone debajo de un cajón, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.
1 corintios 10:24
Ninguno debe buscar su propio bien, sino el bien del otro.
Proverbios 31:25
Se reviste de fuerza y de honra, y no le preocupa lo que pueda venir.
Salmos 103:1
¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!
Lamentaciones 3:22
Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, ¡nunca su misericordia se ha agotado!
Juan 14:6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí.
Proverbios 3:17
Sus caminos son un deleite, y en todas sus veredas hay paz.