Saltar al contenido

Versículos de la Biblia sobre el Ayuno

El ayuno fortalece nuestro espíritu y nos acerca mas a Dios por eso varios versículos nos hablan sobre realizarlo para mejorar nuestro cuerpo y espiritualidad.

Isaías 58:6

Más bien, el ayuno que yo quiero es que se desaten las ataduras de la impiedad, que se suelten las cargas de la opresión, que se ponga en libertad a los oprimidos, y que se rompa todo yugo (Isa 58:6)

Versículos Bíblicos sobre el ayuno de la versión Reina Valera Contemporánea (RVC).

Mateo 6:17-18

Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (Mat 6:17-18)

Mateo 6:16

Cuando ustedes ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a la gente que están ayunando, de cierto les digo que ya se han ganado su recompensa (Mat 6:16)

Filipenses 4:19

Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.(Filip 4:19)

Daniel 10:3

No comí ningún manjar delicado, ni carne, ni tomé vino, ni me apliqué ningún perfume, hasta que se cumplieron las tres semanas. (Dan 10:3)

Esdras 8:23

Así que todos ayunamos ese día, y le pedimos al Señor que nos bendijera, y él nos bendijo. (Esd 8:23)

Citas bíblicas que hablan del ayuno

Hechos 13:3

Y así, después de que todos ayunaron y oraron, les impusieron las manos y los despidieron. (He 13:3)

Lucas 4:1-2

Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese tiempo tuvo hambre. (Luc 4:1-2)

Hechos 13:2

Como ellos servían al Señor y ayunaban siempre, el Espíritu Santo dijo: Apártenme a Bernabé y a Saulo, porque los he llamado para un importante trabajo (He 13:2)

Jueces 20:26

Volvieron entonces los israelitas y todo el pueblo a la casa de Dios, y llorando se sentaron delante del Señor y ayunaron todo el día y hasta la noche, y le ofrecieron al Señor holocaustos y ofrendas de paz. (Jue 20:26)

1 Samuel 7:6

Y se reunieron en Mispá, y sacaron agua y la derramaron delante del Señor. Aquel día ayunaron, y dijeron: Hemos pecado contra el Señor. Así fue como Samuel se convirtió en Mispá en el caudillo de los israelitas. (1 Sam 7:6)

Éxodo 34:28

Y Moisés estuvo allí, con el Señor, cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan, ni bebió agua, pero sí escribió en las tablas de piedra las palabras del pacto, es decir, los diez mandamientos. (Éx 34:28)

2 Crónicas 20:3

Lleno de miedo, Josafat se dispuso a consultar al Señor, y ordenó que todos en Judá ayunaran. (2 Cró 20:3)

Ester 4:16

Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunen por mí noche y día, no coman ni beban nada durante tres días, que mis doncellas y yo ayunaremos también. Después de eso me presentaré ante el rey, aun cuando eso vaya contra la ley. Y si tengo que morir, ¡pues moriré! (Ester 4:16)

Esdras 10:6

Luego, salió del templo y se dirigió a la habitación de Johanán hijo de Eliasib, y una vez allí no comió ni bebió nada, pues estaba muy triste por el pecado de los israelitas que habían vuelto del cautiverio. (Esd 10:6)

Joel 2:12

Por eso, vuélvanse ya al Señor de todo corazón, y con ayuno, lágrimas y lamentos. Palabra del Señor. (Joel 2:12)

Textos bíblicos sobre ayunar

Nehemías 9:1-2

El día veinticuatro del mismo mes, los israelitas volvieron a reunirse para ayunar, vestidos con ropas ásperas y con la cabeza cubierta de polvo. Para entonces los israelitas ya habían apartado de sí a los hijos de extranjeros. Puestos de pie, los israelitas confesaron sus pecados y los de sus padres (Neh 9:1-2)

Salmos 69:10

Aflijo mi cuerpo con ayunos y sollozos, y por esto la gente me insulta. (Sal 69:10)

Isaías 58:3

y me preguntan: ¿Qué sentido tiene que ayunemos, si no nos haces caso? ¿Para qué afligir nuestro cuerpo, si tú no te das por enterado? Pero resulta que cuando ayunan sólo buscan su propia satisfacción, ¡y mientras tanto oprimen a todos sus trabajadores! (Isa 58:3)

Salmos 35:13

Si estaban enfermos, yo me preocupaba, ayunaba y me vestía de cilicio. ¡Quisiera que mis oraciones volvieran a mí! (Sal 35:13)

Jonás 3:5

Todos los habitantes de Nínive creyeron a Dios y decretaron ayuno, y desde el mayor hasta el menor se vistieron de cilicio. (Jonás 3:5)

Marcos 9:29

Jesús les respondió: Estos demonios no salen sino con oración. (Mrc 9:29)

Lucas 4:1-2

Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese tiempo tuvo hambre. (Luc 4:1-2)

Hechos 14:23

También nombraron ancianos en cada iglesia, y luego de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían creído. (He 14:23)

Esdras 8:21

Ese día, a las orillas del río Ahava, convoque a un ayuno general en honor de nuestro Dios, para pedir que, a nosotros y a nuestros hijos, y a nuestros bienes, nos guiara por el camino correcto. (Esd 8:21)

Mateo 17:21

Pero este género no sale sino con oración y ayuno. (Mat 17:21)

1 Corintios 9:25-27

Todos los que luchan, se abstienen de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; pero nosotros, para recibir una corona incorruptible. Así que yo corro y lucho, pero no sin una meta definida; no lo hago como si estuviera golpeando el viento, más bien, golpeo mi cuerpo y lo someto a servidumbre, no sea que después de haber predicado a otros yo mismo quede eliminado. (1 Cor 9:25-27)

Daniel 9:3

Volví entonces mi rostro a mi Dios y Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego. Me puse a ayunar, y me cubrí de cilicio y de ceniza. (Dan 9:3)

Mateo 4:2

Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. (Mat 4:2)

Lucas 2:37

y ahora era una viuda de ochenta y cuatro años. Nunca se apartaba del templo, sino que de día y de noche rendía culto a Dios con ayunos y oraciones. (Luc 2:37)

Nehemías 1:4

Cuando escuché esto, me senté a llorar y durante varios días me puse en duelo, y ayuné y oré al Dios de los cielos. (Neh 1:4)